Antes del vuelo:
- Duerme lo más posible, incluos desde dos días previos al viaje, según recomienda la NASA.
- Cuando viajes hacia el este, los días previos duérmete más temprano de lo habitual. Si el vuelo es hacia el oeste, duérmete más tarde.
- Has todo el ejercicio que puedas, pues eso permite que el cuerpo se relaje.
Durante el vuelo:
- Cambia tu reloj para ajustar mentalmente a la nueva zona horaria.
- Si vas a llegar por la mañana, duerme todo lo que puedas durante el vuelo y mantente despierto durante el día. Si llegas en la noche, acuéstate justo despuúes de llegar.
- Toma suficientes bebidas, evita las bebidas alcohólicas y las que contienen cafeína.
Después del vuelo:
- Para ajustarte al cambio de horario, adapta tus comidas a la rutina de la nueva ciudad.
- Sal a la calle para que la luz del sol entre en tu cuerpo y te ayude a reprogramar tu reloj biológico o "ritmo circadiano".
- Toma algo de té durante el día y, si te es posible, acuéste a una hora temprana según la hora de tu destino.
Tomado de: "Pasajero con destino a..." de Pablo Ignacio Ávalos Hurtado. Revista Expansión, Mayo 14 de 2012. Año XLIII, Número 1090.
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